En la educación del siglo XXI el Docente debe asumir el rol de mediador pedagógico entre el estudiante y el conocimiento. El empleo de las Tecnologías de la Información y Comunicación constituye un soporte importante para esa mediación.
La educación integral debe promover habilidades, conocimiento y competencias en el estudiante, para que éste asuma el rol de protagonista de su propio aprendizaje, para que pueda acceder al conocimiento por cuenta propia, de manera permanente y en cualquier tiempo y lugar, con la guía del Docente.
Los estudiantes no solo requieren información, sino capacidad para organizarla e interpretarla, y así, darle sentido. Por ello es importante que el Docente, sobre la base de los saberes e intereses del estudiante, le proporcione experiencia relacionada con el objeto de aprendizaje. La experiencia es la mejor maestra, pero como el estudiante no puede acumular toda esa experiencia por sí mismo, es importante promover el trabajo en equipo para que aprenda de la experiencia de sus condiscípulos y las vivencias de otras personas; aprovechar la inteligencia colectiva.
Se debe explotar su conocimiento e interés por la tecnología, orientándolos al uso productivo, eficiente y edificante de la misma. Que extiendan su conocimiento y aprendizaje al empleo de la red para informarse, investigar, interpretar y compartir contenidos académicos. Guiarlos en su inserción en la sociedad del conocimiento para que se conviertan en verdaderos protagonistas en la construcción de su aprendizaje y del conocimiento en su área profesional.
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